Bienvenidos a mi humilde morada

Hoy os voy a enseñar mi caaaaasaaaaaaa, teléeeefono ...

La llegada al piso fue espectacular. Sólo os diré que lo primero que hice, antes de deshacer las maletas, fue pasar el aspirador. Luego me enteré de que el piso llevaba 2 meses vacío y que la persona que tenía que venir a limpiarlo antes de que yo entrara está de baja.

Tal y como estaba el apartamento, Grissom (el de CSI) hubiese encontrado pruebas para incriminar a todo Londres. Espectacular.

El antiguo inquilino debía ser un crack. Un crack en la Champions League de los cerdos, claro. El Messi de la mierda. Sólo os diré que el regalito especial que me dejó fue un amplio muestrario de sus uñas, que tal como se las cortaba las iba dejando tiradas por el suelo, el angelito. O angelita, no sé.

Me pasé mis primeras horas en Londres limpiando como un burro. Al cabo de dos días me mandaron al personal de limpieza, y entonces es cuando grabé este vídeo.





Pero mi llegada al piso tuvo otros alicientes. Para qué conformarse con un poco de mierda, si puedes tener un completo.

Como digo en el vídeo, aquí son muy escrupulosos con el tema de los incendios. Debe ser que la moqueta es inflamable. En fin. En cada habitación tenía un detector de humos (o dos, en el salón). Pues bien, cada puñetero detector soltaba un "bip!" cada minuto. Cada minuto. Día y noche. Todavía no sé cómo logré dormir aquella noche, supongo que por puro agotamiento.

Desde que grabé el vídeo ha habido algunos cambios. Han tenido que venir a cambiarme la pica y el grifo de la cocina, porque perdía agua por un tubo. Bueno, por un grifo (jeje). En fin, que ya no tengo esa hermosa pica de color "blanco roto" que habéis visto en el vídeo; por cierto, lo de blanco "roto" es porque se rompió de la mierda que llevaba encima.

He puesto lámparas de papel en las habitaciones para quitarles ese aire a lo "Prison break" (5,5€ por tres lámparas, para que luego digan que Londres es caro).

Estoy intentando que me cambien la nevera, porque como digo en el vídeo, se congela casi todo lo que meto. Y eso que tengo el termostato (yo no, la nevera) al nivel más bajo. No mola nada comerse los cereales con cubitos de leche (os lo juro).

Pero que el piso está muy bien, ¿eh? Además, lo que pago debe ser escandalosamente poco para lo que se estila por estos lares. Mis compañeros de curro de aquí me querían pegar cuando les dije cuánto pago.

En fin, que ya sabéis dónde vivo. Ah! y el teléfono ya funciona