martes, 28 de junio de 2011

Hoy cocinas tú

O sea yo.

Para que demostrar que aquí no solamente se puede comer mierda, el otro día me puse el gorro de chef (metafóricamente) y me preparé una cena como Dios manda: dorada al horno.

Para preparar este delicioso plato necesitamos los siguientes ingredientes: una dorada (en inglés, "sea bream") bien fresquita:



Además, de guarnición, unas patatas ("potatoes"), una cebolla ("onion") y unos tomatitos ("little tomatoes"). ¡Ah! me olvidaba del aceite de oliva virgen y de la sal (sí, eso que parece un bote de Vim):



Como hacen los cocineros de la tele, para ganar tiempo ya os enseño la guarnición lista para ser introducida en el horno, que habremos precalentado a unos 190º.



Metemos las patatas con la cebolla en el horno, y dejamos transcurrir un tiempo prudencial. Se trata de ir controlando que las patatas se vayan haciendo. Durante este tiempo de espera es imprescindible no entablar una relación afectuosa con la dorada, ya que nos la vamos a acabar comiendo. Aunque nos ponga ojitos, ni caso.

Cuando veamos que las patatas ya empiezan a estar medio comestibles, sacamos la bandeja del horno (con cuidado de no quemarnos), ponemos la dorada y los tomatitos encima de las patatas (previamente sazonados al gusto), y volvemos a meterlo al horno. Dejamos transcurrir un tiempo prudencial, y voilà:



Note el lector los cortes efectuados en el lateral del cuerpo de la dorada. Estos cortes permitirán que el calor del horno penetre en el interior del animal y la cocción de su carne sea adecuada. Para una cocción óptima, es necesario que estos cortes se realicen con un ángulo de 27º respecto a la aleta dorsal del escualo. Recordadlo, es muy importante. Si no lo hacéis así, podéis tirarlo directamente a la basura.

Finalmente emplatamos:



Para acompañar este plato, nuestro sumiller nos recomienda un Chardonnay Blason de Bourgogne del 2009, de retrogusto amaderado y unas notas en boca de fresas y fruta de la pasión.

Que aproveche.

2 comentarios:

Alex dijo...

Qué hacha! A ver si aprenden algo los british, que la "mediterranian cuisine" será patrimonio inmaterial! (aunque sea bien material y comestible...)

Y no se te reseca al no ponerle nada de líquido? Medio vasito de vino blanco no le iría mal! (en una bandeja, claro, no al papel de horno) Cocina colaborativa internacional! A ver si los de la revista CUINA se percatan de estas delicatessen!

XaviS dijo...

A las patatas+cebolla les eché un chorrito de aceite por encima. Lo del vino blanco es otra opción, pero sólo tenía una mini-botella (una copa) y preferí bebérmela con el pescadito!