Lo que pasa es que, sobre el mapa, este país engaña. Al comprobar sobre el terreno que lo que en el mapa parecía un trocito corto era mucho más largo de lo que nos imáginábamos, descartamos meternos en Gales. Ya oigo al listo de turno diciendo ¿y la escala del mapa para que sirve, campeón? Ya sé para qué sirve, so mamón. Lo que no esperaba es que la red de carreteras de este país fuese como es. Supongo que la culpa la tiene Alemania.
Gracias a la generosidad de los alemanes, en España tenemos unas infraestructuras del carajo (danke herren und fraulen!). Tenemos autovías por las que pasan cuatro coches, aeropuertos sin aviones y trenes de alta velocidad que usan nueve personas al día. Que no falte de ná, que esta ronda no la pago yo. Los pobres británicos tienen muchos menos kilómetros de autovía, no tienen tren de alta velocidad y todos sus aeropuertos están infestados de aviones. Una pena.
Así que nuestra ruta acabó siendo aproximadamente esta (el punto blanco está más o menos por Londres, punto inicial y final del viaje):

En total, hemos recorrido 2500 millas, que son unos 4000 km. Conduciendo por la izquierda. Menuda aventura.
3 comentarios:
Va va va, i els retratus?? :)
Rous ets una impacieeeeent ...
Sois unos campeones! A mí me haría falta un mes para recuperarme de las vacaciones...
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