miércoles, 20 de julio de 2011

Sausage roll

Cuando era un inocente jovenzuelo de tupida cabellera pasé un par de meses estudiando inglés en este bello país llamado Gran Bretaña.

En concreto, la empresa de cursos de inglés con la que fui (Let's Go) organizaba sus cursos en el condado de Kent, entre las poblaciones de Margate, Ramsgate y Broadstairs (sé de alguien a quien se le estarán saltando las lágrimas en este momento). Por cierto, cuando, de vuelta a casa, a un inglés le decías que habías estado en Margate te miraba como si un inglés te dijera que había estado estudiando español en Puerto Hurraco. Nunca comprendí por qué.

En fin, a lo que iba. Nos alojábamos en familias nativas, por aquello de practicar el idioma y tal. El primer año, una familia estupenda. El padre estaba en paro, y la que curraba era ella. Él cocinaba de vicio y ella no sabía que el pasado de "eat" es "ate", lo que me dejó muy tranquilo acerca de mi nivel de inglés. Creo que tenían una hija, pero no estoy seguro, o sea que os podéis imaginar lo mucho que debimos interactuar.

El segundo año me tocó una madre divorciada con un hijo de cuatro años que se llamaba Jason (el niño, no la madre, de su nombre ni me acuerdo). El tal Jason, un futuro hooligan. Si ahora (que debe tener 22 años) sigue dando patadas con la misma rabia que las daba con 4, debe haber roto unos cuantos cráneos. Ella era un poco bipolar, y un día era la tía más encantadora, dándote conversación y tal, como al día siguiente te ignoraba completamente. Un encanto de tía. Tampoco supo encajar muy bien que una madrugada le metiese a unos colegas algo borrachos en el salón de su casa. Estos ingleses no tienen sentido del humor.

La cuestión es que, por regla general, desayunábamos y cenábamos en casa, con la familia. Y para la hora de comer nos daban el famoso "packed lunch": una bolsa con un par de sandwiches de pan bimbo, una bolsa de patatas fritas (ahí descubrí las patatas de sabores, que a España aún no habían llegado, hablo del año 91), un zumo asqueroso (que aquí triunfan como la CocaCola) y si había suerte, algo de fruta o unas galletas. El día que descubrí el sandwich de chopped con pepino comencé a amar este país y a las gentes que lo habitan. O a sentir algo de penita por ellos, no sé.

Ante tal panorama, cada uno se las ingeniaba como podía para no morir de inanición hasta la hora de la cena. El tráfico de sandwiches estaba a la orden del día, así como el de bolsas de patatas (yo sólo soportaba las de sabor a sal y vinagre).

El segundo año, no obstante, se me abrió el cielo. En Broadstairs descubrí una tienda (creo recordar que era una especie de carnicería/charcutería) donde vendían el que fue mi sustento cada puñetero día durante un mes: el "sausage roll".

El sausage roll (o bollo de salchicha) es un hojaldre con una salchicha de cerdo dentro. Tope saludable, 9 de cada 10 médicos (forenses) lo recomiendan. Pues allí que iba yo, como un campeón, a comprarme cada mediodía mi sausage roll. Costaban una libra (no me acuerdo de los nombres de las familias, pero de esto sí, hay que ver).

Estos días, yendo al super, lo había visto de refilón. Ahí estaba. El sausage roll. Desde su estantería en la sección de refrigerados, me llamaba: "Eh, viejo amigo!" (bueno, en inglés). Yo me hacía el longuis, haciendo de tripas corazón. No quería resucitar viejos recuerdos, historias del ayer. Hasta hoy.

Hoy tenían de super oferta una bandeja con 6 sausage rolls tamaño snack por una libra. Y no me he podido resistir.



Me he hecho un par (el resto los he congelado, estos placeres hay que dosificarlos). Aquí los tenéis, no me digáis que no dicen "eat me".



Aunque la foto es mala (me temblaba el pulso por la emoción del reencuentro), he aquí la prueba de que dentro llevan una salchicha.



Mmmmm ... dieciocho años después siguen sabiendo igual. Oh sausage roll, my old friend ...

PD: Google Maps es maravilloso. Me ha permitido, dieciocho años después, volver a encontrar la tienda de los sausage rolls de Broadstairs. Recordaba que hacía esquina, y la zona por la que estaba (es lo que tiene ir cada día durante un mes). ¡Todavía está allí y sigue igual! Se llama J.C. Rook & Sons:



Ver mapa más grande

7 comentarios:

Maribel dijo...

Ai, jo jalaba cheeseburger d'un carrer paralel a la platja de Broadstairs... Quins records aquells! M'he rigut molt! ;)

Marie Belle dijo...

Per cert, si tinguessis facebook ara tindries com amics molts dels awelos que com tu i com jo menjàvem els packed lunchs (t'has oblidat dels sandwich de mantega de cacahuet...)

Marie Belle dijo...

Per cert (i callo ja que m'he animat), gràcies a tu he estat passejant amb el google maps per Broadstairs. No sé si et referies a mi sobre la persona que si estarien saltant les llàgrimes, però després d'aquesta passejada virtual... et deixo, vaig a pillar un cleenex!

XaviS dijo...

Afortunadament, mai em van posar sandwich de mantega de cacauet ... no me l'hagués pogut menjar!! I lo del facebook ... de moment em nego

Anónimo dijo...

sandwich de mantequilla de cacahuete... mmmm me encantaba!!! eso, fish and chips i kitkat, mi sustento durante ese mes en Inglaterra.
no teníamos es españa ni las patatas de vinagre (que tambien me volvían loca, debe ser cosa de hermanos...) ni los kitkats, que siempre me supieron mejores en inglaterra que aquí.
un beso hermano

XaviS dijo...

Sí, eres tu la de les llàgrimes (i una mica la meva germana, però tu eres la professional de Let's Go!). Sí, lo de Google Maps és bestial, jo també em vaig emocionar en retrobar la botiga dels sausage rolls, no m'ho podia creure!! Si al final agafem un cotxe i voltem per Anglaterra m'hi passo segur!! (si a la meva santa esposa li sembla bé, és clar) :-D

aa dijo...

cheeee veig que et cuides eh!!!! a vore si per quan hi vagi tens localitzats un bon lloc de Brownies pa la hora del te. :D