Lo curioso de este hotel es que es una antigua cárcel, y lo conservan como tal. Por fuera, el edificio es bonito. Eso sí, las ventanas, panorámicas no son.
Con la naturalidad de aquel que ha pasado mucho tiempo entre rejas, entramos y nos dimos un garbeo por el hotel, y la verdad es que el sitio es super chulo. Esta es una vista del vestíbulo que da acceso a las habitaciones:
Y esta la puerta de una celda, digo, de una habitación. Da un poco de mal rollito, pero tiene su punto. Si no, que se lo pregunten a Mario Conde ...
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