lunes, 31 de octubre de 2011

Aquí huele a Radiohead

(Germán, vete a por un kleenex)

En Oxford existe un barrio llamado Jericho. Uno de los primeros días que estuve en Oxford cayó entre mis manos una guía de la ciudad, en la que leí que en un pub llamado The Jericho Tavern dieron sus primeros conciertos dos grupos de la zona de Oxford: Supergrass ...





y Radiohead.





Sabedor de que algún que otro lector de este blog bebe los vientos por este último grupo, y aprovechando que Jericho es el barrio en el que vive mi santa esposa, tracé un osado plan que tenía como objetivo último seguir los pasos de tan mítica banda.

Afortunadamente, solamente unas pocas decenas de metros separaban nuestro cuartel general del objetivo, lo que facilitó las tareas de reconocimiento del terreno.

Como se puede apreciar, el pub es la mar de majo; de hecho, no tiene para nada pinta de antro de rock'n'roll, ni por fuera ni por dentro. Hábil estrategia de camuflaje, pero a mí no me la daban con queso.



Llegó el día D. La hora H. El minuto M. El segundo S.

Simulando despreocupación, entramos en el pub y pedimos una pinta para mimetizarnos con la parroquia del local. Lo logramos con facilidad, las largas horas de entrenamiento por fin rendían sus frutos.

Una vez templados los nervios con una pinta, nos dirigimos a cumplir con nuestra misión. De forma osada y sin mirar atrás, nos dirijimos a la planta de arriba, donde se ubica la sala de conciertos.



Sigilosos a la par que decididos, realizamos la incursión final en la "music room". El hecho de que la puerta estuviera abierta nos facilitó la tarea. Pero si la hubiese tenido que derribar con un hacha, lo habría hecho. Yo era un hombre con una misión, y no haría prisioneros.

El mural situado encima de la puerta sugería que cada vez estábamos más cerca de culminar nuestra heroica tarea:



La sala de conciertos es bien pequeñita, no creo que quepan más de 200 personas. Pero estábamos solos. Era nuestra oportunidad. En lontananza se adivinaba nuestro objetivo final.

Al alba, y con tiempo duro de Levante, por fin pudimos gritar aquello de ¡misión cumplida!



El amigo Thom Yorke ya puede decir que ha estado sobre el mismo escenario que el menda.

1 comentario:

Pol dijo...

Pero mira que llegas a ser mitómano. Y es que no sirve de nada que intentes maquillarla, la mitomanía tuya, tras el rímel de todo el amor que yo siento por la música de estos buenos señores.

¿Recuerdas las fotos aquellas de Federer que publicaste en este mismo blog, testimoniando tu paso por Wimbledon? Ahí sí te maldije, y me cisqué en todo tu árbol genealógico, y sentí la más vil y profunda de las envidias, y estudié el modo de matarte sin dejar rastro, y anduve repitiendo afanoso mi coartada frente al espejo. Pero eso de haberte limpiado el culo con la misma marca de papel de váter que usa Thom Yorke, pues como que no me despierta a mí los instintos bajos.

Un plano medio americano suyo en lo más álgido de su alivio matutino, sin embargo, ya sería otra cosa...