viernes, 30 de septiembre de 2011

Este era mi barrio y esta, mi nueva casa

A principios de septiembre tuve que hacer mudanza. Aunque en principio iba a pasar toda mi estancia en el apartamento que me dieron al llegar, la universidad tuvo a bien cambiar la política de alojamiento y me vi obligado a mudarme.

El barrio en el que vivía antes se llama Whitechapel. En tiempos, este barrio del este de Londres se hizo célebre porque en él operó (y sin anestesia) Jack el Destripador. De hecho, a dos manzanas de donde vivía se encuentra el Royal London Hospital, que es donde acababan las víctimas del célebre asesino:



Esta imagen es de la calle principal del barrio, Whitechapel Road, mirando hacia el oeste (es decir, hacia el centro de la ciudad). Lo que se ve a lo lejos son los rascacielos de la City, el distrito financiero de la ciudad, que queda bastante cerca. Destaca ese rascacielos en forma de pepino, obra de Norman Foster. Recuerda algo a la torre Agbar de Barcelona.



Actualmente, es un barrio predominantemente habitado por inmigrantes asiáticos (pakistaníes, indios, bangladeshíes ...). Cada día, a lo largo de un buen trozo de Whitechapel Road, se monta un mercado al aire libre en el que venden de todo: teléfonos móviles, fruta, verdura, ropa, maletas ... Es como estar en un bazar de la India.






Sorprende bastante que les permitan vender pescado en tenderetes sin refrigeración, da un poco de asquete, la verdad.

En tiempos, Whitechapel era un barrio con mala fama, inseguro y demás. De hecho, cuando a la gente del trabajo les comentaba que vivía en este barrio, alguno que otro torcía el morro y me preguntaba "¿y te gusta?". Pero en los últimos años se ve que se ha puesto de moda, y la cosa ha mejorado.

Pero como decía, a principios de septiembre tuve que cambiarme de piso. Ahora vivo al lado del trabajo, dentro del propio campus de la universidad. El piso nuevo es mucho mejor que el antiguo; básicamente porque el nuevo es nuevo, y el antiguo era antiguo. Aquí os hago la ruta:





La otra ventaja es que estoy a cinco minutos del laboratorio, antes tenía que pegarme un paseíto para ir a currar. La desventaja es que estoy más lejos del Sainsbury's, el mega supermercado del que he hablado en algún que otro post. Pero casi mejor, así voy menos y no tengo la tentación de comprar paella con chorizo ...

PD: anoche debían estar probando el sistema de iluminación del Estadio Olímpico, que, como digo en el vídeo, queda bastante cerca de donde vivo:

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Ruta por UK (12): de la horrorosa Glasgow a la académica Oxford y sanseacabó

Aquella mañana salió lluviosa, y después de nuestras primeras impresiones de la noche anterior no teníamos muchas esperanzas en Glasgow, la verdad sea dicha.

Después de degustar nuestro último full Scottish breakfast, nos pusimos en marcha hacia la parte bonita de la ciudad. Como la mañana era desapacible y pasear por la calle no era muy agradable, nos metimos en un museo que se llama GoMA (Gallery of Modern Art, malpensados):




Arte moderno, muy moderno. Al salir seguía el mal tiempo, así que decidimos darnos al shopping compulsivo: nos metimos en un Primark, donde acabamos comprando una gran cantidad de ropa por una cantidad de dinero ridículamente pequeña.

De salida del Primark ya había escampado, y aprovechamos para darnos una vuelta por el centro de la ciudad.






De vuelta a Argyle Street, nos pasamos por Argyle Arcade, que es una galería comercial donde solamente hay joyerías, una detrás de otra (hay más de 30, según pone en la web).





Aunque mi santa esposa me ponía ojitos, fui fuerte (y tacaño, en honor al pueblo escocés) y no nos gastamos una libra. ¿Para qué, existiendo el Primark? :-)

Esto es una tontería pero me gustó y le hice una foto. Un ejemplo de que los fotomatones no tienen porque ser feos de narices:



Como aquello no daba más de sí y teníamos por delante 600 km hasta Oxford, cogimos el coche y, con muy poco dolor en el corazón, nos despedimos de Glasgow.

El viaje fue bien, sin problemas. La llegada a Oxford fue otro cantar. No porque la ruta de Google Maps estuviera equivocada, sino porque el B&B en el que nos alojábamos, Harris Guesthouse, no estaba demasiado señalizado.

Si veis la foto de la web, este B&B es una casa corriente, como muchos otros. Por tanto, la entrada "peatonal" es por la puerta delantera, pero el acceso al parking (que es el patio de la casa) es por la calle de atrás. Y ahí estábamos, en la calle trasera, sin saber en qué patio meternos, porque no había ni cartel ni nada. Vamos, que acabamos aparcando en un patio elegido al azar y llamando a la puerta. ¡Y no era nuestro B&B! Después de pedir disculpas al amable casero, al final aparcamos donde pudimos y fuimos hasta la puerta delantera del B&B (ahí sí que tenían cartelito), y la mujer nos indicó en qué patio debíamos aparcar.

Entonces nos enseñó nuestra habitación. Se trataba de la suite Spiderman (por las telarañas) con (atención, redoble de tambores) ¡¡la tele de Barbie como extra!!



Menudo antro. Yo creo que esa era la habitación de la mujer. Imagino que esa noche tenía la casa a tope de huéspedes y se fue a dormir al cuarto de su hija. Al día siguiente le pedimos que nos cambiase de habitación y así lo hizo; la nueva era mucho más maja, aunque no tenía la tele de Barbie (ni rastros de Spiderman, afortunadamente).

Pasamos un par de días en Oxford antes de volver a Londres, dando por concluido nuestro periplo británico. Como mi santa esposa está trabajando en Oxford, iré dedicando varios posts a esta ciudad, que aprovecho para decir que mola bastante.

Como chorrada final del viaje, he aquí el capuccino con la espuma más densa que he visto nunca. ¡Al terrón de azúcar (moreno) le cuesta más de un minuto atravesar la capa de espuma hasta llegar al café!





Cosas veredes, Sancho ...

martes, 27 de septiembre de 2011

Ruta por UK (11): de la hermosa isla de Skye a la horrorosa Glasgow

El pueblo de Kyle of Lochalsh es la puerta a la isla de Skye, que está situada en la costa oeste de Escocia.

La tarde anterior ya habíamos visitado Portree, la capital, así que nos lanzamos a recorrer el resto de la isla, disfrutando de paisajes como estos:






No quiero imaginarme cómo deben ser los temporales de mar por aquí:



A lo largo del camino nos encontramos con hermosos ejemplares de la fauna local:






Un lugar que merece la pena visitar es Neist Point, que es la punta más occidental de la isla. El paisaje es precioso, lo malo es que estando allí comenzaron a bajar las nubes y nos cayó un chaparrón típicamente escocés:





Otra cosa típica en Escocia es visitar una destilería de whisky. La zona en la que hay más destilerías es el este de las Highlands, pero en la isla de Skye también hay una, la de Talisker:




Como íbamos justos de tiempo y el whisky como que no (por muy escocés que sea), emprendimos la marcha hacia Glasgow, donde dormíamos aquella noche.

El paisaje de las Cuillins, que es la cordillera más importante de la isla, increíble, con las nubes de la tormenta aún bajas:





Hacia el sur, la salida de las Highlands hacia Glasgow pasa por el Glen Coe, que es un valle ("glen" significa valle en gaélico) espectacular.










Como llovía, paraba de llover, volvía a llover ... se formó un arco iris:




Después de recorrer unos cuantos kilómetros hacia el sur llegamos a Glasgow, donde dormíamos aquella noche. De manera increíble, nuestra ruta de Google Maps nos llevó hasta la puerta del hotel en un plis.

Nos alojamos en el Alexander Thomson Hotel, que no está mal y es barato. El hotel en cuestión está situado en Argyle Street, que es una de las calles principales de la ciudad.

Lo de esta calle es curioso. Por un extremo, es una calle peatonal repleta de comercios, tipo Portal de l'Àngel en Barcelona. Pero por el otro (donde está el hotel), es una calle de lo más cutre. El cambio entre un extremo y el otro se produce a la altura de la Central Station:



De la estación hacia el este, estupendo. De la estación hacia el oeste ...

Ya al reservar el hotel por Internet, leímos en Tripadvisor que la zona está llena de borrachos. Y vive Dios que es así. Nuestro primer rato en Glasgow fue de risa.

Dejamos las cosas en el hotel y salimos a cenar. Estábamos muy cansados y era tarde, así que nos decantamos por algo rápido y nos metimos en un Kentucky Fried Chicken, el templo de la gastronomía escocesa.

Nada más entrar, dos borrachines que estaban allí cenando la emprendieron a gritos con una dependienta, diciéndole que querían más mantequilla en la mazorca de maíz que se estaban comiendo, que aquello era un timo y que le devolvieran su dinero. Los acabaron echando del local.

Y al rato (cinco minutos), entraron unos chavales (también mamados), pidieron la llave del baño y allí se metieron, montando un follón de tres pares de narices. Uno de ellos acabó quitándole la gorra a la dependienta (la misma de antes, espero que pida un aumento) que los intentaba echar del local.

Todo esto en el rato que se tarda en pedir y comer unas alitas de pollo. No estuvo mal como primera impresión de Glasgow ...

jueves, 22 de septiembre de 2011

Ruta por UK (10): empezando a flipar, mariscada frustrada y el castillo

Después de pasar nuestra segunda noche en Inverness, salimos hacia el oeste, siguiendo la carretera A835 hacia Ullapool. Según leímos en un blog, se dice que es la carretera más bonita de Escocia (no la carretera en sí, que es de asfalto como todas las demás, sino el paisaje por el que transcurre). Y la verdad es que es bien bonito. Después de este día, ya no nos quedaron dudas de que Escocia merece mucho la pena.




Desde Ullapool tomamos la carretera que bordea la costa hacia el sur, y por ella seguimos, pasando por varios lagos como el Torridon y el Carron. Una pasada, la verdad.



Creo recordar que aquel día nos entró hambre pronto y comimos en el coche, un poco de cualquier manera. Fue un error, porque cerca del lago Kishorn encontramos un restaurante de carretera especializado en pescado y marisco. Entramos a tomarnos un café, y ahí estaba todo el mundo zampándose unas mariscadas de cuidado (y nada mal de precio). Nos sentimos unos pringados, sobretodo por cómo nos miró la dueña cuando le pedimos dos cafés y nada más, pero es que habíamos comido muy poco rato antes ... O sea que si vais por allí, ya sabéis.

Seguimos nuestro camino hacia el sur, en dirección a Kyle of Lochalsh, que era donde dormíamos esa noche. Pero como llegamos tempranito, decidimos hacer entonces una de las visitas obligadas en la zona: el Eilean Donan Castle, que es el prototipo de castillo escocés a la orilla de lago escocés.





Muy bonito, se puede visitar por dentro, pero sin hacer fotos, para variar.

El pueblecito donde pasábamos aquella noche, Kyle of Lochalsh, no tiene nada de nada. Así que cogimos el coche y pasamos hacia la isla de Skye, que era lo que íbamos a visitar al día siguiente.

Nos acercamos hasta la capital de la isla, Portree, que es un pueblo pesquero bastante majete.







Esa noche cenamos en Portree, en un restaurante que estaba a tope; suerte que entramos pronto y no tuvimos que esperar más que 10 minutos a que nos dieran mesa, porque hubo gente que estuvo de plantón ¡más de media hora! A estas alturas ya no recuerdo qué cenamos, la verdad. Y como no tengo fotos que me lo recuerden ...

En este pueblecito tuvieron lugar dos anécdotas. La primera de ellas es que por primera vez en el viaje conduje en contra dirección. Mientras mi santa esposa compraba en el supermercado, me paré para ir a un lavabo público y al volver a coger el coche me puse a conducir por el carril derecho. Al ver que venía un coche contra mí (lejos y despacito, todo hay que decirlo), pegué volantazo y me puse donde debía. Suerte que es un pueblecito pequeño y hay muy poco tráfico, que si no ...

La segunda tiene que ver con la propiedad privada. Es un concepto que aquí tienen muy arraigado y extendido. Estoy espeso y no sé cómo explicarlo. Mejor pongo una foto:



Lo que está en primer plano es un banco. El cartel dice que esos bancos son para el uso exclusivo de los clientes de un hotel y una cafetería. La cosa es que estos bancos están prácticamente en la acera de una calle. Y ahí estaba el dueño, cerrando el acceso ¡con unas cadenas! Nos hicimos los locos y pasamos para hacer la foto, pero tiene su miga. ¡Están locos estos escoceses!